Torre-Campanario de la Antigua Iglesia de Sta. Mª la Coronada
Durante el siglo XVII se funda la iglesia de San Sebastián, denominación que poco iba a perdurar en el tiempo, pues adoptaría el nombre de Iglesia de Santa María la Coronada en el último tercio del siglo XVIII y así seguiría hasta su posterior demolición ya en el siglo XX.
Esta iglesia, de la que actualmente solo se conserva su torre-campanario, desplazaría a la iglesia de la Misericordia, sita en las proximidades del castillo, como centro parroquial de la villa de Jimena. De esta manera, se convirtió en un punto de confluencia urbana que facilitó y ordenó la expansión de la población hacia esta zona, marcando uno de los límites de crecimiento de la villa y convirtiéndose en asentamiento de buena parte de los inmuebles domésticos de mayor relevancia. A comienzos del siglo XIX la iglesia representa ya el centro neurálgico de la ciudad.
En cuanto a su arquitectura, en su ejecución se siguió la tradición arquitectónica llevada a cabo en la construcción de otros templos en la ciudad, como el caso de la torre de la iglesia del Convento de Santa Ana (Actual Iglesia de la Victoria) o las torres que se levantaron en el Monasterio de Ntra. Sra. Reina de los Ángeles. La parte inferior de la torre aparece totalmente plana y encalada en su parte exterior, mientras que la parte alta del campanario se hace a base de ladrillo visto.
La primera referencia que se tiene de la iglesia es del año 1690 y la encontramos en el libro de Fray Jerónimo de la Concepción, en el que habla de Cádiz y su provincia. Del año 1736, probablemente coincidiendo con el cambio de nombre, data una correspondencia que denuncia el mal estado en el que se encuentra el edificio debido a las múltiples grederas existentes en la ladera en la que se asienta la villa. Es tal la gravedad y el peligro de desplome que supone, que en el año 1947 se acometen las obras de demolición del edificio, con la excepción de su torre-campanario que por suerte no entrañaba peligro de derrumbe.